
Cuando Fay Wray (1907, Alberta, Canadá - 2004, Nueva York, USA) protagonizó King Kong en 1933, ya tenía una
apreciable trayectoria en el Cine Mudo. Debutó en 1923 en cortometrajes sin acreditación o con pequeñas intervenciones, pasando a pequeños papeles en los dos años posteriores, ya con acreditación, hasta 1926, en que hizo su primer largometraje como coprotagonista, un western de serie B, The man in the saddle, 1926 Como dato anecdótico, Janet Gaynor y Boris Karloff intervinieron en esta película sin acreditación. Tras ser seleccionada entre las Wampas Baby Stars de 1926 como una de las 13 actrices con más futuro, su carrera progresó.
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De izq. a dcha: Dolores Costello, Vera Reynolds, Mary Astor, Marceline
Day, Edna Marion, Mary Brian, Fay Wray, Janet Gaynor, Sally Long, Joyce
Compton, Dolores Del Rio, Sally O'Neil y Joan Crawford. Pocas convocatorias presentaron unas actrices jóvenes que tuvieran posteriormente una trayectoria destacada. |
Terminado su contrato con Universal, en donde intervino en películas de serie B, generalmente westerns, fue contratada por Paramount, en donde rodó películas de mayor presupuesto, con directores e intérpretes reconocidos. El más destacado, sin duda, The wedding march (La marcha nupcial) de Erich von Stroheim, con Zasu Pitts, Matthew Betz, Dale Fuller. La película tuvo un gran presupuesto que en manos de Stroheim, se mostró insuficiente. Fue un fracaso comercial.
1. Wray y Stroheim conversan acerca de una escena. 2-3. La mutua atracción acabará en un amor imposible. 4. Una película de Stroheim sin escenas de este tipo no sería lo mismo. La actriz tenía muy buena opinión del director: Nunca tuve otro director tan genial como Stroheim... Tenía una capacidad infinita para el cuidado de los detalles... Me asombraban sus métodos de trabajo... Con él mi carrera hubiera sido muy diferente... No pudo ser, el director ya era Veneno para la taquilla.
Al dejar Paramount cuatro años después, trabajó con diversos estudios, hasta pasar a RKO, en donde a raiz de los éxitos de Doctor X, El malvado Zaroff y, sobre todo, King Kong quedó encasillada en el cine de terror. A finales de la década de los 30s su actividad decreció, en parte por su desgraciado primer matrimonio con el guionista John Monk Saunders, alcohólico, mujeriego y drogadicto (según Wikipedia). Durante la segunda mitad de los 30s simultaneó su más reducida actividad en el Cine con la Teatral.
Los actores y actrices con quienes compartió protagonismo resulta elocuente en las siguiente selección de fotos: Gary Cooper, Joel McCrea, Melvin Douglas, Nils Asther, Spencer Tracy, Ingrid Bergman, Wallace Beery y Edward G. Robinson.
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1928 The first kiss, con Gary Cooper |
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1932, The most dangerous game, con Joel McCrea |
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1934 Madame Spy, con Nils Asther |
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1933, Shanghai Madnesscon Spencer Tracy |
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1941, Adam had four sons, con Ingrid Bergman |
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1934, Viva Villa, con Wallace Beery |
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1955, Hell on Frisco Bay, con E.G.Robinson |
Se retiró en 1942 después de su segundo matrimonio. En 1953 regresó para protagonizar la serie de la cadena ABC, The pride of the family, con Paul Hartmann, en el papel de su esposo, y Natalie Wood y Robert Hyatt como sus hijos. Intervino en numerosas series de TV como actriz invitada. Se retiró tras intervenir en Gydeon's trumpet, con Henry Fonda, en 1980. Escribió obras de teatro y su autobiografía By the other hand (Por otra parte) en 1989.
Apareció en numerosos actos públicos, mantuvo una gran actividad y, mientras sus facultades físicas lo permitieron, siguió practicando deportes, de los que el tenis y el ping-pong eran sus preferidos y en los que tenía un gran nivel.
En 1998, durante la ceremonia de los 70th Academy Awards (Oscar), presentada por el actor Billy Cristal, se le rindió un homenaje por su contribución a la industria del cine, aunque las referencias a King Kong fueran inevitables. La actriz tenía en ese momento 91 años. En 1999 rechazó el papel de Rose Calvert (mayor) de la película de James Cameron, Titanic, que en su vertiente joven interpretó Kate Winslett. El papel recayó en Gloria Stuart, de 87 años entonces, tres menos que ella.
Según el escritor Anthony Slide, en su libro Silent Players:
"Fay
Wray era escogida por los cineastas con preferencia a otras actrices porque era competente,
cumplidora y, sobre todo, inteligente."